Las hernias en perros son patologías comúnmente denominadas así, «hernias», y que un perro puede llegar a padecer alguna vez en su vida, igual que nosotros.

Todas ellas tienen un punto en común “la salida de material, órgano (o parte de él) de forma natural o accidental fuera de la cavidad que normalmente la contiene”. 

Sin embargo dependiendo de su localización anatómica hablamos de diferentes tipos de hernias, como por ejemplo, hernia de disco, hernia umbililical o inguinal.

Además dependiendo de la zona afectada la sintomatología que causa será diferente. 

¿Entonces qué tipo de hernias en perros podemos encontrar?

Existen múltiples tipos de hernias caninas pero las más comunes en la clínica diaria son:

Hernias discales, aquellas que afectan al aparato locomotor

• Hernias discales agudas: son las que se producen cuando el material que contiene el disco intervetebral, previamente calcificado, sale hacia el canal medular de forma brusca y daña la médula. Son típicas de perros de raza mediana pequeña, con columnas largas. El sobrepeso y otras patologías musculoesqueléticas suelen predisponer a padecerlas.

Los síntomas que puedes ver en tu perro si padece una hernia de este tipo son, dolor de forma brusca al saltar o salir corriendo, normalmente acompañado de un chillido a problemas de movilidad de las patitas traseras o incluso parálisis de las mismas.

En muchas ocasiones se observa una marcha descoordinada o no se quieren mover.

• Hernias discales agudas de alto impacto y alta velocidad: se producen los mismos síntomas que en las anteriores, sin embargo suelen ir acompañados de un accidente de tráfico, una caída desde mucha altura, etc… que generan la salida del material de forma brusca lesionando la médula.

• Hernias discales crónicas: son las que se producen por la protusión del disco intervertebral, previamente deshidratado de forma lenta.
  • Normalmente suele ir acompañado de un proceso de artrosis o degenerativo previo.

Los síntomas que puedes ver en tus perros con hernias discales crónicas son:

1. Picos de dolor intermitentes ante movimientos bruscos
2. Lamido de las patitas delanteras o traseras
3. Incoordinación a la hora de caminar
4. Dejan de subirse o saltar en sitios donde antes lo hacían
5. Atrofia en las patitas
6. Cambios de postura
7. Escoriaciones o úlceras en las patitas por el roce contra suelo

A mayores, según dónde estén ubicadas, cervicales (cuello), torácicas (costillas), lumbar (zona abdominal), las hernias en perros producen una sintomatología diferente:

• Las de la región cervical afecta a las 4 patas y al cuello
• Las de la zona torácica pueden dar síntomas en las 2 patitas traseras o en las 4
• Las de lumbar pueden producir síntomas en las 2 patas traseras.

En todos los casos los síntomas comunes son el dolor y en gran parte de las ocasiones alteraciones de la movilidad.

Si quieres profundizar más sobre este tipo de hernias, te dejo este post sobre hernias discales en perros que tiene más información al respecto.

Hernias abdominales, afectan a los tejidos blandos

Este tipo de hernia en perros son agujeros en la cavidad abdominal por donde sale toda o una parte de la víscera abdominal.

Es importante resolverlas mediante cirugía veterinaria ya que puede torsionarse el tejido dentro de la hernia y convertirse en una urgencia.

• Hernia umbilical en perros: notarás que tu perro tiene este tipo de hernias porque le saldrá una pelotita en la zona umbilical. Normalmente aparecen en animales jóvenes, aunque también se ven en adultos.
• Hernia inguinal en perros: aparecen en la zona de la ingle por debilidad de la musculatura de la pared abdominal. Pueden presentarse a cualquier edad.
• Hernias perineales: aparecen junto al culete. Te darás cuenta de su presencia porque le saldrá un bulto en uno o los dos laterales del culete, que al palparlo no es especialmente duro y se introduce hacia el interior.

Hernias en tórax

Este tipo de hernias en perros son peligrosas ya que son en las que se produce la entrada de vísceras de la cavidad abdominal torácica.

Pueden ser congénitas, desde el nacimiento, o adquiridas por un golpe o un traumatismo severo, como atropellos, caídas o golpes.

1. Hernias diafragmáticas peritoneopericárdicas: son en las que se introduce las vísceras de cavidad abdominal dentro del pericardio que envuelve al corazón dificultando su movimiento.
2. Hernias diafragmáticas pleutoperitoneales: en ellas el material herniado sale al espacio pleural comprimiendo los pulmones.

Ambas se manifiestan con dificultad para respirar, intolerancia al ejercicio y shocks. Son urgencias quirúrgicas importantes que deberán de resolverse lo antes posible.

Tratamiento de hernias en perros

En el caso de las hernias que afectan a la locomoción su tratamiento puede ir desde la intervención quirúrgica, tratamiento fisioterapéutico o tratamiento médico con analgésicos.

Dependerá de los síntomas que se presente y característicos de la hernia.

En cuanto a las hernias abdominales o fiafragmáticas, su resolución siempre es quirúrgica y en una gran parte de los casos deberá de intervenirse de forma urgente.

Siempre deberá ser valorado por un veterinario que te aconseje la mejor forma de abordar el tipo de hernia que tenga tu perro.

Si tienes más dudas o estás interesado en conocer más acerca de las hernias en perros, puedes contactar con nosotros y estaremos encantados de ayudarte.

Preguntas Frecuentes sobre hernias en perros

¿Cómo saber si mi perro tiene una hernia discal?

Si tu perro tiene alguno de estos síntomas:

• Dolor
• Falta de coordinación en los movimientos
• Alteración tono muscular
• Deja de caminar o se arrastra
• Dificultad para mantener el equilibrio
• Problemas para hacer necesidades

¿Qué hacer cuando un perro tiene una hernia?

En caso de que tu perro tenga alguno de los síntomas mencionados, lo más recomendable es que acudas a tu veterinario para que valores qué tipo de hernia tiene y cuál es procedimiento a seguir.

¿Qué tan peligroso puede ser una hernia?

Por lo general una hernia en tu perro no suele entrañar «mucho» peligro, más allá del dolor que le puede causar al animal. Ahora bien, hay algún tipo de hernia, que por su localización puede tener más riesgos para el animal como por ejemplo las hernias en tórax.