La displasia de cadera en perros, una enfermedad que empeora la calidad de vida de tu peludo

La displasia de cadera en perros es una enfermedad nada agradable para tu perro ya que puede provocar terribles dolores a tu peludo, lo que dificulta el andar, correr y lo más importante, su calidad de vida.

Puede que nunca hayas oído hablar de ella, pero te interesa conocer todo lo que puedas sobre cuáles son sus síntomas, cómo se diagnostica y trata, a qué razas afecta de manera más propensa y qué puedes hacer para mejorar la calidad de vida de tu peludo.

A lo largo de este post encontrarás toda la información necesaria sobre la displasia de cadera en perros.

¡¡Vamos a ello!!

¿Qué es la displasia de cadera en perros?

Lo primero que debes conocer es qué es exactamente la displasia.

La displasia de cadera se basa en una deformidad de la articulación coxofemoral de la cadera de tu perro.

Esta articulación es la encargada de unir el fémur del perro con la pelvis. Entre medias encontramos la cabeza del fémur que es la encargada de moverse dentro del hueco que hay en la pelvis.

imagen de una radiografía de una cadera sana de perro
radiografia cadera de perro

Esta enfermedad ostearticular es hereditaria y se suele desarrollar alrededor de los 5 primeros meses de edad del perro, pero cuya sintomatología no suele, repito no suele, aparecer hasta la edad adulta.

Por desgracia es una enfermedad degenerativa y que causa mucho dolor, sobre todo si hablamos de displasia de cadera en perros mayores, debido a que las articulaciones ya están mas desgastadas.

En la etapa de crecimiento del cachorro, su pequeña cadera no adapta la forma correcta al formarse sino que tiende a desplazarse hacia uno de los laterales.

¿Qué provoca este desplazamiento? El resultado suele ser una luxación de la articulación lo que provoca terribles dolores e impide el movimiento del cachorro, ¡¡ouch!!.

displasia de cadera en perro unilateral
radiografía de perro con displasia de cadera unilateral

Además, como consecuencia de la luxación lo tejidos se inflaman y debilitan llegando incluso a desarrollar osteoartritis con el paso del tiempo.

Cuando la displasia no se maneja adecuadamente, con el paso del tiempo se convierte en una osteartrosis de cadera, en la que la cabeza del fémur empieza a engrosarse, deja de ser lisa y «roza» sobre el acetábulo produciendo aún más dolor e inflamación.

Grados de displasia de cadera en perros

Dependiendo de la gravedad de la displasia en la que nos encontremos podemos clasificarla en cinco grados.

La gravedad de la displasia es el principal factor para realizar dicha clasificación.

Grados de Displasia de cadera en perros
Grado I La cadera del perro es normal, por lo tanto no existe displasia
Grado II Puede existir una ligera sospecha de existencia de displasia
Grado III Los resultados de la radiografía confirman una leve displasia
Grado IV En este caso el grado de displasia es moderado
Grado V Este es el peor grado, ya que la displasia de cadera es grave

Como puedes comprobar existen diferentes grados de displasia de cadera canina y dependiendo de en dónde se encuentre en tu perro, padecerá más o menos dolor y por consiguiente su sintomatología y tratamiento variará.

¿Cuáles son las razas de perro con más predisposición a sufrir displasia de cadera?

Como te he comentado, la displasia de cadera es una enfermedad hereditaria, por lo que hay perros que lo llevan en los genes.

Esta enfermedad la pueden sufrir todo tipo de perros, pero es verdad que suele tener más incidencia en perros de tamaño grande o gigante, por ello siempre es importante conocer las necesidades de tu perro en todos los sentidos.

Hay una serie de razas de perros grandes con una predisposición a padecerlo y con una incidencia por encima del 20%.

Esas razas son:

  • Rottweiler
  • Bulldog (inglés, francés y americano)
  • Golden Retriever
  • Boyero de Berna
  • San Berbardo
  • Pastor alemán

Como puedes ver ninguna de estas razas son pequeñitas 😂..

Siempre que se trate de algunas de las razas especialmente predispuestas a padecer displasia deberemos de seleccionar un criador que realice las pruebas de displasia a los progenitores de nuestro cachorro.

Además, no todo es genética, deberemos de controlar factores como el suelo, que no debe de ser resbaladizo, evitar el sobrepeso durante el crecimiento y proporcionarle una buena alimentación.

Siempre que sea posible deberemos de suplementar con condroprotectores a la mitad de dosis a la habitual durante toda la etapa de crecimiento.

Ya sabes, si tu perro es de alguna de estas razas, tenle un ojo encima y si ves alguno de los síntomas que te contamos más adelante no dudes en llevarlo directamente a tu veterinario.

Causa de la aparición de la displasia de cadera

Hay infinidad de factores que pueden causar la aparición de esta enfermedad degenerativa, pudiéndose clasificar tanto en genéticos como ambientales.

Aclarar que los factores ambientales no la provocan en sí, ya que es una enfermedad hereditaria y principalmente genética, es decir, que el perro la tiene de nacimiento en sus genes, pero sí que es verdad que estos factores pueden influir en su mayor incidencia.

Los factores son:

  • Genética: hereditario por parte de los progenitores genéticamente.
  • Crecimiento rápido u obesidad: Si no cuidamos o controlamos la alimentación de nuestro peludo puede coger unos cuantos kilitos de más. Esto sumado a una alimentación con un índice calórico alto, puede provocar que tu cachorro crezca a una velocidad mayor de lo normal y favorecer la aparición de la enfermedad.
  • Actividad inadecuada: realizar ejercicios inapropiados con tu perro, sobre todo cuando es cachorro, puede generar un impacto perjudicial en su desarrollo favoreciendo la aparición de la displasia en la cadera.

Síntomas de la displasia de cadera en perros

Seguro que ahora que ya sabes qué es, lo siguiente que quieres conocer son los síntomas de esta enfermedad.

Ten en cuenta que si la enfermedad se encuentra en las fases iniciales, los síntomas serán menos visibles, pero irán aumentando según avance la enfermedad.

Los síntomas son:

  • Poca o nula actividad (no quieren jugar o subir escaleras por ejemplo)
  • No tienen ganas de correr ni saltar
  • Cojera
  • Dificultad en mover las patas traseras
  • Rigidez de caderas y patas traseras
  • Dolor
  • Chasquidos

Estos serían los síntomas de la displasia de cadera en perros que debes controlar y tener presentes en tu peludo.

Ten en cuenta que estos síntomas no siempre están presentes y son constantes, algunos pueden aparecer de manera intermitente y desaparecer.

Como siempre te recomiendo, si en algún momento ves cualquiera de estos síntomas, lo mejor es que acudas lo más rápido posible a tu veterinario para que realice una revisión y el consiguiente diagnóstico.

perro senior descansando articulaciones

Como detectar la displasia de cadera en perros

Una vez que han aparecido estos síntomas y crees que tu peludo puede padecer displasia, lo mejor es que acudas al veterinario para que éste realice un diagnóstico.

Para saber si un perro tiene displasia de cadera debemos de realizarle un estudio radiográfico en posición ventrodorsal (boca arriba) bajo sedación profunda y con las extremidades completamente estiradas y las cabezas femorales rotadas ligeramente hacia el interior.

Con la radiografía podremos observar si hay displasia o no, fijándonos sobretodo en el llamado «Ángulo de Norberg», que es el sistema más utilizado para la medición de la gravedad de la displasia, en caso de sufrirla.

Básicamente se traza una línea desde el centro de una de las cabezas del fémur hasta el centro de la otra y una tercera que pase por la parte posterior de la cadera (borde acetabular dorsal) formando un ángulo.

Dependiendo de la medida del ángulo que se forme podremos comprobar si hay displasia o no.

  • Ángulo igual o mayor que 105º ➡️ no hay displasia
  • Ángulo entre 100 y 105º ➡️ leve
  • Entre 90 y 100º ➡️ moderada
  • Menos de 90º ➡️ grave
radiografía de cadera de perro para medir posible displasia con los ángulos de norberg
ángulos de norberg mayor a 105º – cadera sin displasia

Como pruebas complementarias, el veterinario puede mandar un análisis de orina y otro de sangre.

Una vez realizadas las pruebas y en función de los resultados el veterinario te comentará la situación de tu perro y del tratamiento a seguir.

En muchos casos, el resultado de la radiografía no tiene que ver con el dolor que pueda padecer tu peludo. Es decir, existen casos en los que el perro no siente apenas dolor y tiene un grado de displasia elevado o viceversa, que el grado del dolor sea muy elevado y la displasia leve.

Se debe a que depende más del grado de inflamación de la articulación (sinovitis), lo que provocará mayor o menor dolor a tu peludo.

Tratamiento de la displasia de cadera canina

La displasia de cadera es una enfermedad que no tiene cura, aunque existen tratamientos, como la fisioterapia veterinaria por ejemplo, que pueden ayudar a tu peludo a paliar los síntomas, el dolor provocado y mejorar su calidad de vida, que es lo que nos interesa.

En algunos casos, la operación de displasia de cadera puede ser el tratamiento a seguir, en otros se pueden optar por tratamiento no quirúrgicos.

Todo ellos dependerá del diagnóstico realizado por el veterinario, la edad del peludo, tamaño y salud.

Tratamiento de displasia de cadera no quirúrgico

Una vez diagnosticada la displasia de cadera en el perro deberemos de establecer un protocolo terapeútico adecuado para evitar que esa displasia se convierta de forma temprana en osteartrosis, atrasando todo lo posible la aparición de la misma (la que realmente supondrá un problema serio en un futuro).

Este protocolo consistirá en:

  • Control del peso de nuestro perro: deberemos de mantenerlo siempre en una
    condición corporal adecuada, vigilando su peso de forma estrecha con el
    veterinario. El sobrepeso aumenta el riesgo de osteartrosis de forma
    importante.
  • Administración de condroprotectores y suplementos alimenticios: el uso del
    condroitin sulfato y la glucosamina ralentiza la aparición de la artrosis. Además
    en el mercado existen otros suplementos alimenticios naturales con capacidad
    antiinflamatoria natural como el MSM, arpagofito o el Omega 3 que nos
    ayudarán
  • Nivel de actividad: deberemos de favorecer el movimiento de nuestro perro,
    sin hacer excesivo ejercicio pero sí manteniéndolo activo. El movimiento de las
    articulaciones es imprescindible para la nutrición del cartílago articular, por eso
    un perro sedentario desarrollará con mayor facilidad una osteartrosis que un
    perro activo.
  • Control del dolor mediante AINEs: cuando el nivel de dolor es importante
    deberemos de administrar medicación de forma constante o episódica para
    controlarlo; evitaremos la inflamación y favoreceremos que el animal siga
    estando activo
  • Tratamiento fisioterapéutico: es uno de los partes fundamentales en el control
    de la osteartrosis que genera la displasia de cadera.
  • Mediante fisioterapia podemos ayudar en todos los puntos anteriores. Los
    objetivos en el tratamiento fisioterapéutico de la osteartrosis suele ser
    controlar el dolor y ralentizar el avance de la osteartrosis.
    Además controlaremos los cambios biomecánicos que va a generar esta
    displasia, y que nos generarán otros problemas de forma temprana. Entre ellos
    desplazamiento de cargas hacia el tercio anterior (abren más el pecho), atrofia
    del tercio posterior (por falta de uso van perdiendo masa muscular), sobrecarga de otras zonas articulares etc

Qué vamos a trabajar:

  1. Rango de extensión de la cadera (articulación coxofemoral): es una de las
    primeras cosas que se ve restringida en una displasia. Debido a la
    incongruencia entre el fémur y el acetábulo la movilidad de la articulación se
    reduce y la osteartrosis comienza de forma temprana por falta de nutrición
    del cartílago articular. Por eso lograr una buena movilización de la
    articulación es importante. Además si perdemos capacidad de movimiento
    de la cadera los músculos que se encargan de su movimiento se verán
    afectados atrofiándose o fibrosándose.
    Para ello usamos ejercicios de cinesiterapia activa, pasiva y cinta
    subacuática.
  2. Dolor: cuando la articulación está dañada al moverse duele, produciendo
    un dolor crónico en el animal. Algunos se lamen las patitas, otros el lateral
    de la pata y incluso algunos se hacen heridas.
    Además de los medicamentos tradicionales usamos terapias como el láser
    terapéutico, la diatermia o la magnetoterapia
  3. Reducir inflamación: el roce articular provoca inflamación que acelerará la
    producción de osteartrosis.
  4. Cambios biomecánicos: los cambios que se generan en la postura y otras
    zonas articulares hace que aparezcan contracturas, sobrecargas y puntos de
    dolor en otras localizaciones. Para mejorarlo usamos el masaje terapéutico,
    la diatermia para trabajar la musculatura o puntos de sobrecarga y
    ocasionalmente láser. También el uso de la cinta subacuática nos permite
    volver a educar una marcha normal en nuestro perro.

El protocolo fisioterapéutico se modificará dependiendo de varios factores:

  1. Punto de partida: deberemos antes de comenzar de realizar una valoración
    funcional para ver en que estadio de la displasia nos encontramos.
  2. Evolución del paciente y la respuesta al tratamiento: aquellos pacientes con
    afectación severa necesitarán un protocolo de tratamiento más intensivo que
    otros con una osteartrosis inicial. El objetivo siempre es iniciar un protocolo de acuerdo a las necesidades del animal en el momento y posteriormente alargar las sesiones hasta encontrar el punto de equilibrio del animal. En cualquier caso se trata de animales con una patología crónica que no se cura y por tanto siempre requerirán un mantenimiento

Operación de displasia de cadera

Cuando nada de lo anterior puede controlar el dolor y la cojera que produce en
nuestro perro podemos optar por la cirugía (para mí la ultima opción).

Existen hoy en día prótesis de cadera para perros, que podemos adaptar según su tamaño y nivel de actividad.

La otra opción es realizar una artroplasia de cabeza femoral, que consiste en eliminar quirúrgicamente al articulación, seccionando la cabeza del fémur y haciendo una falsa articulación mediante fibrosis muscular.

Ambas requieren un postoperatorio largo y que necesitará de fisioterapia para ayudarlos a volver a caminar.

Como todo, el tipo de cirugía que se practique para corregir la patología dependerá de la situación de la misma y del propio veterinario.

Soportes y Arneses para displasia de cadera en perros

Además de los medicamentos que se utilizan para aliviar el dolor de los peludos, hay una serie de soportes y arneses específicos para los perros con este tipo de displasia.

Estos soportes ayudan a estabilizar la cadera del perro ofreciendo un soporte en la articulación, estimulando el grupo muscular y evitando la atrofia del mismo.

imagen de soporte de cadera para perro con displasia en la cadera
soporte para cadera

Los arneses están más pensados para perros que necesiten ayuda para sostenerse. Existen en el mercado una amplia variedad, llegando incluso a exisitir sillas de ruedas ajustables para ayudar al perro pero darle más libertad.

arnés de cadera para un perro con problemas de displasia de cadera
arnés para cadera

OrtoCanis es una página especializada en este tipo de soportes, arneses o sillas de ruedas donde podrás elegir la que mejor convenga para tu peludo y su situación.

golden con silla de ruedas por displasia en la cadera
silla de ruedas para perro

Bien, ahora ya sabes todo lo necesario sobre la displasia de cadera en perros y qué debes tener en cuenta para poder detectarla.

En cualquier caso, si tienes dudas lo que debes hacer es acudir a tu veterinario y que él o ella te informe de la situación de tu peludo.


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